En la noche
quién se libra de pecar
En la impunidad
quién no es un asesino
En el poder
quién no roba
En la miseria
quién no se vende
En el amor
quién no miente
A la luz del día
quién no esconde la mano
En la batalla
quién no busca refugio
Ante la muerte
quién no cree en dios
En soledad
quién no se arrepiente
En la desgracia
quién no es humano
y quién no es ruin
En la derrota
quién no suplica
En las revueltas
quiénes no saquean
En el escondite
quién no cuenta de menos
Entre la espada y la pared
quién no traiciona a un amigo
En la vida
quién puede decir: “jamás lo haría”
Dios me libre de los hombres con principios
ya que serán los primeros en despedazarte
a ti y a sus principios
La vida nos pone a prueba
y la prueba es la misma vida