-Hola
-¿Ya vienes?
-Sólo si tú quieres, a ti no
puedo imponerte nada, acuérdate de aquella vez en los 70, dijiste que todavía
no era el momento y me di la vuelta y me
largué, no pude hacerlo ¡joder!, solo me miraste y no pude. Nos hemos visto otras veces y nunca he podido con esa mirada tuya. Esto no lo
hago con casi nadie pero a ti no puedo negarte nada, tú eres especial para mí,
eres único, pero tengo que venir, es lo que hago, ya sabes. Entonces
qué me dices, ¿lo hacemos?
-Lo cierto es que estoy
cansado, ¿sabes? Creo que ya lo tengo todo hecho, creo que ya he luchado lo
suficiente, no creo que pudiese tocar una sola nota más, no podría volver a
tocar “Walk on the wild side”, estoy harto de NY, te lo juro, estoy hecho
polvo, después de la operación la cosa no fue mal, pero ahora ya no me quedan
ganas. Dime, ¿tendré que volver a tocar esa jodida canción?
-A mí me encanta, sabes que
me encanta, pero no tienes por qué hacerlo… ¿Tal vez “Perfect Day”? Por los viejos tiempos, mientras caminamos; he traído tu guitarra.
-“Perfect Day”, podría,
podría hacerlo. Vamos allá, creo que no se le puede pedir más a esta vida. ¡Vámonos
de aquí nena, esto está muerto!. Se me está ocurriendo que también puedo tocarte
“Sweet Jane” y después podríamos seguir con “Andy´s Chest” y puede que luego,
dame la guitarra, puede que luego….