La bella durmiente

La bella durmiente era una zorra pija y repulsiva que puteaba a cuanto tenía alrededor, sólo porque su padre era un tío poderoso. Un día estando de fiesta sus colegas estaban tan hartos de ella que le echaron cristal adulterado en su Mangaroca con piña. Quisieron sodomizarla mientras las chicas miraban pero al final se rajaron. La nena entró en coma. No pasó mucho tiempo hasta que la gente dejó de visitarla. Los padres, ya mayores, murieron al cabo de unos años dejándola sola en el mundo. Un día un celador que andaba más salido de lo que debiera, se la tiró. El tío lo hizo tan bien que la niña despertó. Para que no lo denunciara se tuvo que casar con ella y lo que solía hacer en el pasado (putear por capricho) continuó haciéndolo en la intimidad del hogar. Si, también comieron perdices.


Puta moraleja: Un mal polvo te puede joder la vida.