Recuerdo tu apocalipsis clavándome las uñas entre las sábanas, tu derrumbarte. Tus lágrimas, las más sinceras que he conocido, daban tregua al dolor. Te dolía de verdad, era una caída que nadie podía parar, un cuerpo hundiéndose arrastrando al fondo cualquier intento de salvamento. Ni siquiera el amor fue suficiente, ni siquiera el amor es suficiente cuando tu cabeza busca el fin sin remisión, a toda hostia. Tu palpitar tenía espinas y navajazos, tu corazón bombeaba veneno y dinamita. Y sé que sufrías y yo intenté hacerte comprender, pero uno aprende, uno aprende que nadie aprende. Nadie quiere ser salvado. Tal vez el tiempo, tal vez él tiene la llave o tal vez se agotan nuestras fuerzas. Sea como fuere eras un coche en dirección contraria, cianuro en la lengua, cristales en los intestinos. Eras más un final que un principio, más la muerte que la vida. Recuerdo sueños de capilla ardiente, tus besos de cuaresma. Recuerdo tu martirio de pastillas amarillas y verdes. Recuerdo y voy entendiendo que por mucho que lo intentara las cosas sólo podían ser como fueron. Te recuerdo y sólo espero que estés bien, que hayas encontrado, de algún modo, la paz.
se me ha hecho un nudo en la garganta. qué jodido es el dolor y qué impotencia se siente cuando sabes certeramente que no puedes salvar a alguien que quieres. a veces vivir es macabro.
ResponderEliminarkisses.
A veces vivir con alguien es macabro.
ResponderEliminarUn besote
Porque ver sufrir a alguien a quien se ama y sentir la impotencia de no poder hacer nada, es simplemente delirante. Pero seguro que si esa persona nos tiene a su lado, su sufrimiento sera una milesima al menos menos malo
ResponderEliminarPaseas por las palabras como siempre arrancando todo tipo de sentimientos, como siempre te digo, eres genial nene
(y si, los niños a veces son unos cabrones de cuidado ;))
Besazos y nos vemos
Qué difícil es la paz!
ResponderEliminaruno aprende que nadie aprende... Esgarra, aquí hay mucho tema... hasta en el título...
ResponderEliminaruf... uf...
abrazos! ML
y duro es, que esa persona que sufre, no quiera que estés a su lado en esos momentos.
ResponderEliminarEncantada de descubrir tus esgarracolchades.
Saludos Extrarradiales.
La mayoría de la gente tiene a alguien a quien le podría enviar una carta así.
ResponderEliminarIncluso muchos tendremos a más de una...
Aprender que nadie aprende.
...Yo era un fracaso escolar.
Alguien se ha metido con tu madre
ResponderEliminarY lleva razón. Qué dificil es, algunas veces.
ResponderEliminarUff, muy bueno!
ResponderEliminarA veces ni el prozac te ayuda a salir. Cuando este enredado y todo es gris ¿o negro? nadie puede sacarte.
ResponderEliminar¡Es así!, se sale de ahí cuando la cabeza te lo permite y si el cuerpo quiere.
Me arrastró el titulo y me gustó como lo desarrollaste.
Al final las cosas son como tiene que ser, así pretendamos cambiarlas.
Saludos desde Colombia.