martes, 8 de noviembre de 2011
Malo
Siempre he creído que una sombra planea sobre mi cabeza.
Algo oscuro y macabro que no me deja disfrutar de la vida.
Es algo que aparece de vez en cuando y pone todo patas arriba.
Es la bestia que sale de mi interior a comer… a mí el primero.
Siempre he tenido miedo a perder el control y dejar escapar el lobo que lo echara todo a perder.
Un Hide de andar por casa.
En un solo instante todo puede quedar reducido a cenizas, instante que no deja de anunciarse.
Noto la presencia de la desgracia en mi hombro como un ave siniestra que me hace compañía.
Solo eres lo peor de mí saliendo a dar una vuelta.
Yo, vuelto del revés.
Mi alquitranado interior, mi fétida estampa, un niño con colmillos infestados de veneno. En el espejo se ven mis ojos opacos, casi podridos de malas intenciones.
Tiemblo pero no es de frío, es del ácido en mi garganta y de la pólvora en mis venas. Chirrían mis dientes y crujen mis huesos cuando el animal se deshace de su disfraz, que queda tras de si quejoso…quedo tras de él roto y quejoso.
Pasan siglos hasta que me recompongo y le doy caza, o quizá sólo han sido unos segundos.
Segundos que derrotan a los años vividos con buenas obras.
El trabajo no sirvió de nada.
Nada sabe de tiempo invertido una bestia infrahumana campando a sus anchas.
Me recompongo y la cazo, pero todos la han visto salir de su escondite, algunos han recibido dentelladas y zarpazos.
Todos saben donde habita y me miran con recelo.
Todos han visto su cara de odio y sus ojos de rencor.
Ella desde su jaula sonríe, le gusta que la teman.
Pero a mí no, a mí me duelen sus actos.
Intento olvidar su escapada, pero es demasiado tarde.
La han visto y se hablará de ella durante un tiempo.
Tiempo de desconfianza y satanización.
En otra época hubiese ardido en una hoguera, hoy solo soy un tipo raro e impredecible.
Hubo días en que creí que había apagado la llama, que el monstruo había muerto de inanición.
Creí que la bestia peluda y su revolver habían sido arrastradas por el viento como una hoja seca a miles de kilómetros, pero no, se quedó pegada a alguna alcantarilla esperando el momento para sorprenderme.
Pensé haberlo matado de hambre, pero él siempre come; de cada pequeño problema se alimenta.
Va creciendo en silencio y haciéndose más fuerte y el instante en el que bajas la guardia aparece arrasándolo todo.
Ese era mi secreto, ahora todos saben que no siempre soy bueno.
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"Miatu" si te hubieras quedado como en la foto que cierra la entrada.
ResponderEliminarBuen texto, pero sigo pensando que sabes hacer cosas más alegres e igual o mejor de buenas.
Ya habrá tiempo mi querido Patiniego. Y sí, el tiempo me está jodiendo.
ResponderEliminarNadie es bueno o malo, todos llevamos dentro lo mejor y lo peor. Jugando a dominación o sumisión, comiendo dulce o salado, viviendo o muriendo. Es la esencia. Basta con saber pedir perdón a tiempo....errare humanum est.
ResponderEliminarKisses.
Tu nos cuentas el problema y al mismo tiempo nos das la solución....la bestia seguirá haitando en ti mientras la sigas alimentando...de ti depende...
ResponderEliminarBesos 1000.
¿Sabes que se puede leer tu texto con diferentes conceptos? Lee y piensa en un asesino en serie, lee ahora y pon detrás del mensaje a un hombre que maltrata de alguna manera a sus seres queridos, ahora lee y ves a un hombre lobo de ciencia ficción, lee y siente como un pobre sufre una de sus recaídas en la enfermedad de la depresión, vuelves a leer y puedes incluso atisbar a un ser humano normal que deja (sin querer por lo visto) salir su mas oscuro potencial para plasmar lo que todos tenemos dentro y algunos no podemos controlar…. Y así millones de personajes se podrían esconder detrás de dicho texto, por mi parte, perfecto. Gracias.
ResponderEliminarUn beso compañero.
"Ese era mi secreto, ahora todos saben que no siempre soy bueno"
ResponderEliminarPor lo regular quien mas tarda en darse cuenta de que no siempre es bueno, suele ser uno mismo. Una pregunta la foto del bicho ese con la ametralladora ¿de donde la has sacado?
Buenísimo tu lado malo.
ResponderEliminarSincopada: El ego es la auténtica bestia y no la furia.
ResponderEliminarMetamorfosis: Son las circunstancias las que le dan de comer, no el individuo; o al menos, no todos los individuos.
Irene: En general todos somos muchos personajes a la vez y no todo el tiempo somos los mismo pesonajes.
Javier: La foto es de la peli Sexy Beast. Peliculón
Blanco: Muchas gracias, amigo.
Todos tenemos ese lado oscuro y sí, sale a dar una vuelta, pero termina por pasar.... :-)
ResponderEliminarUn saludo!
Bueno quien diría que puedes ser tan "malo" con la foto que pones al final.
ResponderEliminarPero todos tenemos algo sombrío en nuestro interior, pero algunos no se molestan en oculatrlo.
Saludos.
El ego se infla con nuestras propias ventosidades dialécticas. Nos hace creernos únicos en la mierda errática y errónea de nuestros propios juicios. Somos así de pedorros, pero no con tanta impostura, ni tanta idiotez acumulada como Sánchez Dragó. Por ese lado nos salvamos. Y como todo es cuestión de matices y colores, supongo que la inocencia nos rescata como niños que ríen con : caca, pedo, culo y pis; viviendo las cosas, no porque las nombramos sino porque las sentimos.
ResponderEliminarBona nit y ..¿a cagarla?. Por mi parte, seguro y posiblemente a mi pesar. :-)
Se puede ser alegre o no serlo y estar igual de bien (literariamente hablando) porque no somos siempre lo uno ni lo otro. Desgraciadamente a veces te sientes más como en lo que escribes que como en la fotografía. Pero hacves bien en expresarlo. Escribiendo ya estás matando un poco esos demonios. Supongo. Saludos.
ResponderEliminarHola Esgarra! pues sabes que me gusta ese Hide de andar por casa...?
ResponderEliminarBueno lo tuyo! me encanta leerte!
Abrazos! ML