Llamo al timbre recién salido del ascensor, me abren y se van. Entro en el piso y voy al salón directamente. Ahí me encuentro un crucifijo ardiendo en la pared, mientras uno de ellos grita:
¡Milagro, milagro!
Cuando parece que se va a apagar vuelve a rociarlo con combustible de mechero. Saludo a todos. Todos visten sus Jerséis Lacoste, sus camisas Ralph Lauren, sus pantalones Armani y sus mocasines castellanos. Sus uniformes de angelito y sus peinados estándar. También su maldad estándar. Son pequeños diablos disfrazados de pijos. Sus papás han creído que bajo la mano protectora de “la obra”, sus retoños se harán hombres de bien. Una muleta vuela a través del salón a modo de jabalina y golpea el cuadro (con motivos de caza mayor, un clásico en los pisos de estudiantes) que cuelga del tabique del fondo, haciéndolo caer al suelo.
-Bien, siéntate por ahí.-Dice “Fofo”. Mira lo que hemos encontrado en la mesita del Numerario
Dejan caer delante de mí un cinturón con unas tachuelas y una especie de látigo con varias correas.
-El hijoputa se flagela y eso de ahí es un puto cilicio
-Normal, lo vais sacar loco. Qué coño haces con tanto papel, incluso podría parecer que estás estudiando.- Le digo.
¡¡¡Milagro!!!
-¿Sabes una cosa? Anoche estábamos aburridos y después de cenar nos pusimos a lanzar los platos de la cena por la ventana para ver quién llegaba más lejos.
-Muy bien ese espíritu competitivo, ¿eso os lo enseñan los del Opus?
-Pues no sabes qué movida se armó porque el Piu hizo un lanzamiento muy correcto, una puta belleza. Pero de repente vino una ráfaga de aire y el plato cambió su trayectoria, que hasta ese momento era ganadora, y lo mandó a la mitad de la luna delantera de un R5. El plato se quedó clavado en mitad del cristal, una jodida obra de arte.
-Ya veo. Como cuando “Bond” se cagó en el periódico y lo tirasteis por la ventana, al dueño le debió parecer una obra de arte tan rotunda como a los Erasmus a los que rociasteis de mierda.
-Si tío, si.
¡¡Milagro!!
-No me has dicho aún para qué son esos folios y libros.
-Un debate.
-¿Y te vas a empollar toda esa mierda para un debate?
-Pues sí y lo voy a ganar.
-Pero si no has tocado los apuntes en todo el año, de hecho no tienes apuntes ¿y te vas a rumiar esta puta montaña para un debate?
-Claro, ya sabes que soy presidente de nuevas generaciones y esto es mi futuro, voy a machacar a ese puto numerario.
-¿De qué se trata?
-El aborto, yo defiendo, él ataca.
-¿Uno del PP defendiendo el aborto contra un numerario del Opus?
-Eso es, tío.
-Pero si tú estás en contra, los dos tenéis la misma puta opinión al respecto.
-Eso es lo de menos, el caso es que me he apostado una puta con el “Tulli”.
-¿Dónde está?, por cierto.
-Durmiendo, ha aparecido a las 9 con una yonky, se ha metido en la habitación del númer y ha salido
al rato lleno de sangre. Dice que la tía se ha cortado en el coño con la uña y lo ha puesto todo perdido.
-Super higiénico. Eso me suena a rotura de frenillo.
-Yo eso no lo sé, yo solo sé que voy a machacar al puto opusino y que me van a pagar una noche en el Romaní.
En un rincón del salón está el Píu fabricando bombas de salfumán, ya lleva unas 5 botellas de Coca- cola. [ Tienen que ser botellas de Coca-Cola de dos litros, las otras no funcionan porque al entrar en contacto las bolitas de papel de plata con el salfumán se deshacen. En cambio las de Coca-Cola aguantan hasta que explotan]. En ese momento llaman al interfono. Abajo en la puerta hay una chica rubia, fea y regordeta; muy pintada. Su amiga es peor.
-Abre que soy yo. ¿Cómo que dice que no está? Abre, jope. Le estoy oyendo decir: “Tapón de Balsa”, osea que no me digas que no está y dile a ese que está gritando ¡Milagro! Que se calle, que me está dejando sorda. Va, tío dile que estoy con Mika y que he venido para llevarlo al cine, que mi churri está malito.
Arriba. -Dile a ella y a su amiga “Tapón”, que al cine va a ir su puta madre.
-Dice que le duele mucho el pie y que ya te llama él luego, Adiosssss.
-Mira que eres cabrón.-Opino.
-Y lo que nos reimos qué.- Dice mientras lanza la muleta al cuadro.-¡Toma!, he matao al puto ciervo.
Vuelven a llamar.
-¡Dile a esa zorra que no voy a ir al puto cine con ella, ni aunque se me aparezca el puto Escribá de Balaguer!
-Oye que….Ah, hola, sí en seguida le abro. CAGONDIOS, EL DUEÑO DEL PISO, APAGA A CRISTO.
En ese instante el Píu ya tiene unas 9 botellas/bomba preparadas para ser detonadas.
-Y esto, qué.-Dice tranquilamente
-HOSTIA PUTA, METELAS EN ESTE ARMARIO, CORRE CABRÓN.
Cuando entra el dueño, todos tienen una gran sonrisa en la cara y la imagen de una botella de plástico en la cabeza. Es un hombre de unos 55 años, con el cabello cano, no muy alto y más bien delgado. Su aspecto es el de un tipo calmado, ese tipo de calma de los espíritus consagrados a Dios. Su rostro de sosiego hace un barrido a todo el salón y se endurece un instante cuando pasa por mí.
-Es un compañero que ha venido a estudiar- (coro de voces).
-Bien, bien chicos, no os quiero molestar, ya veo que estáis muy atareados con vuestros estudios- dice mirando el montón de papeles, en ese tono que utilizan los curas, ese tono que todo el mundo conoce. -Pero he tenido quejas de algunos vecinos que dicen que hacéis demasiado ruido, bueno, yo entiendo que sois jóvenes y que a veces podéis levantar demasiado la voz, pero yo tengo que venir a deciros que penséis en los vecinos también y bla,bla,bla.
En cierto momento del paternal discurso se oye “PLOP”. Bien, ese plop es lo que todos estaban temiendo, ese puto “PLOP” significa problemas, en el peor momento y de la peor índole. Como toda buena bomba, un artefacto explosivo debe tener un mecanismo de retardo, una mecha, un contador digital de esos que pi,pi; un puto reloj de cuerda que haga tic, tac. Para que las bombas de salfumán no hagan reacción inmediatamente hay que aplastar la botella por la parte superior y doblarla dejando por un lado las bolitas de aluminio y por otro el líquido. El problema de todo esto viene cuando los vapores del Ácido clorhídrico hacen una pequeña reacción con las bolitas y comienza a hincharse la botella. Una bomba de estas características viene a ser como un globo, no es destructiva. Simplemente el salfumán, cuando se junta con el aluminio, empieza a emitir una serie de vapores que hacen que aumente la presión dentro del recipiente de plástico hasta que éste explota; igual que un globo que se hincha demasiado. Por lo tanto tenemos un “PLOP”, eso indica que la botella se ha deformado y ha hecho que las bolitas caigan dentro del ácido. Es decir, queda muy poco tiempo para que esa botella reviente dentro del armario. Mientras tanto, todos sabemos de la facilidad de palabra que tiene la gente de Dios, bla,bla,bla y más bla, bla ,bla. Otro “PLOP”. Hay que actuar rápido.
-Bueno, le prometemos que no habrá más problemas por nuestra parte, entendemos muy bien que los vecinos no tienen porqué sufrir las consecuencias de nuestra efervescencia que como usted muy bien ha dicho es consecuencia directa de la juventud y me atrevería a sumar los nervios por la cercanía de la época de exámenes. No volverá a ocurrir-. “PLOP”. -Pero me gustaría enseñarle un problema de humedad que hay en el cuarto de baño si no le importa.
“Fofo” se lo lleva por el pasillo y todos nos abalanzamos sobre el armario. La primera botella explota antes de poder lanzarla por la ventana y llena el salón de un humo irrespirable. De las ocho que quedan, seis se pueden tirar a la calle y otras dos revientan dentro del armario. Abrimos las ventanas y todos empezamos a agitar los brazos como queriendo espantar el humo tóxico.
-¿Qué ha sido eso?.
-¿El qué?
-Esos truenos.
-Pues no tengo ni idea, deben ser petardos… estamos en Valencia, ya sabe, aquí todos los niños son terroristas en potencia, ja,ja.
-Pero han sonado muy cerca, vamos parece que haya sido aquí mismo.
-La verdad es que sí, pero fíjese que esta mancha no es propia de lo que pagamos por el piso.
-Bien, bien mandaré que la pinten.- Dice el dueño mientras intenta salir por la puerta que Fofo está tapando con sus muletas, su cuerpo orondo y su escayola.
Mientras, en el salón intentamos sacar todo el humo que nos es posible. Al escuchar la potente voz de Fofo, intentamos disimular. En estos casos no se puede disimular. El dueño entra en el salón y se nos queda mirando. Su diminuta nariz olisquea como un ratón. Nosotros mostramos nuestra mejor sonrisa mientras el tipo nos escudriña.
-Huele raro, ¿no?
Nos hacemos los tontos, nos miramos con nuestra cara de “que dice este tío”. No olemos nada, decimos por turnos. – Debe de ser que han tirado petardos en la calle y entra el olor a pólvora, como tenemos las ventanas abiertas.- Acierta a decir el Píu.
-Será eso.
No es que parezca convencido pero “Fofo” lo aborda por detrás y sigue hablándole de los vecinos y las humedades en el descansillo mientras se despiden.
-No hagáis tanto ruido, hijos de puta, que no me dejais dormir. Dice el “Tulli” que acaba de aparecer con su albornoz lleno de pintitas de sangre y los pelos como “Eraser Head”
Vaya pedazo de fiestas raras que se montan los supuestos pijos jajajaja, me meo. Bueno, yo siempre he defendido la idea de que las apariencias engañan, ejemplo:
ResponderEliminarUna vez pasó a mi trabajo un chaval, solo para pedir cita, y sin quitarse el casco de la moto, entró, miró, pidió y se marchó. No solo era el casco, si no que su cara tenía algo extraño (al menos lo poco que se le veía) como si tuviese cicatrices de estar metido en peleas o algo así. Total, que durante todo el día pensé en ello, no es que me diera miedo, pero tampoco confianza.
Cuando llegó a la hora acordada, de nuevo con su casco puesto, saludó amablemente y se quitó el casco.
Tenía unas tres cicatrices en la cabeza, una de ellas enorme, que le llegaba desde la nuca, pasando por el flequillo y terminando cerca de la ceja derecha.
Me explicó que hacía tan solo un par de semanas que le habían dado el alta por la operación de un tumor cerebral.
Jamás, y digo jamás, me sentí tan gilipollas como en ese momento, porque nunca juzgo por las apariencias a nadie, pero aquella vez llegué a pensar que esa persona podría ser peligrosa en algún sentido, para después darme cuenta de que solo era un pobre chaval que había luchado cara a cara con la muerte.
Todo este rollo no sé ni a qué viene a cuento, pero supongo que ver a alguien con corbata, nos elimina del pensamiento las drogas, la violencia, la idiotez, la maldad en cierto sentido, y eso no deja de ser una gilipollez tan grande como la que yo cometí cuando di por sentado que el chico de cara rara tenía alguna maldad.
Un besote y cuidado con las botellas, que aunque sean de coca cola, las carga el diablo :P
Las apariencias, sirven para eso, para engañar. La verdad es que hay que contar hasta 10 antes de emitir un juicio, porque es fácil meter la pata.
EliminarBesos Irene, ya veo que lo estás petando en Facebook y Whattpad, aunque no tenga mucho tiempo, te sigo. Que lo sepas.
Jajajajaja!! ¿Y qué se habían fumado esos cabrones, dices?. Bueno, puede que con esa ideología el flipe venga de fábrica, no me extrañaría nada.
ResponderEliminarNada es nunca lo que parece...ni nadie.
Cuando yo era joven la gente nunca se sentaba a mi lado en el metro ni el autobús ni me paraban los taxis y te aseguro que no hay una tía más cuerda en el mundo entero, ni más "decente".
Kisses.
Estos eran así de fábrica. Para mí, las ideologías son trapos que nos vamos poniendo según nos conviene o según nos toca. Por lo tanto no me interesan para nada,son eso, mera apariencia. Lo que me gusta es el desnudo. ¿Qué son éstos? Unos cabrones. Y como ellos hay que van de Republicanos, de Mods, del 15M y de su puta madre. Algunos de los que estaban viviendo en el Pisito siguen siendo amigos míos, tengamos las diferencias que tengamos, porque lo que importa es lo que hay debajo. Y a mí tampoco me paraban los taxis Sinco, y también era un dechado de decencia. Ja,ja,ja.
EliminarBesicos.
Ese piso siempre fué una grandísima cantera de elementos subversivos, independientemente de si eran o no de la Obra, o de algún pueblo de albacete o de algún pueblo de zaragoza.
ResponderEliminarVamos, lo que viene siendo un nido. Pero divertidos si que eran si, las cosas como son.
Me río yo de Al-quaeda. Por cierto Paquito ¿Nos vemos el 5 de Mayo? Me han dicho.
EliminarLe hincharon bien las pelotas al cura, je, je muy graciosos los de la Obra...que no se enteren.
ResponderEliminarEstos son los que luego mandan.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
YO soy uno de eso protagonistas del PISITO. Me gustaría juntarlo a todos y hacer unacomida y recordar viejos tiempos.
ResponderEliminarCada vez que lo leo me meo de risa. Pero es 100% verdadero.
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