El hombre que quiere morir espera en la playa, se deja embaucar por el fondo del mar. No tiene prisa, sabe que el combate está amañado. No quiere seguir empalado en la vida, se sabe dichoso y lo hará a su manera. Sabrá rebosarse de vida hasta que su corazón reviente. Fuma cigarrillos como el que mete balas en un revolver, ya no tiene gracia revolcarse en el ESTAR, quiere quitarse este mal vicio por sobredosis; así quiere librarse de respirar, respirándolo todo, todo el humo y todo el alcohol y todos los coños jóvenes. Como buen vividor, viviendo se quita la vida. Está cansado de su enorme yo y su cerebro chapotea en el vomito de las noches interminables, noches sin sentido y sin felicidad, su agotarse es discoteca. Gastado, desbaratado, un monstruo de papel bajo la lluvia, una lluvia cara; nada convencional. El hombre que quiere morir prepara minuciosamente su ida. Arena de playa, cigarrillos, vodka y él.
El mar siempre estuvo ahí, desde el principio, y será el maestro de ceremonias de su fundido en negro. Se acerca a la orilla a lamerle los pies y lo mira con ojos salados.
“Te conozco” le escribe con el ruido de las olas.
“Llevo toda la vida observándote y por eso afirmo que eres el tipo más estúpido que he conocido”.
No es demasiado sutil, pero los viejos amigos no necesitan serlo y aunque muchos envidian el palmarés del estúpido, llega al final roto e infeliz. El mar lo sabe, el mar se lo dijo.
Si fuma, bebe, folla, vive y se siente dentro de cuerpo la mayor parte del tiempo, el suicidio quizás debería ser aplazado, porque parece vivir la vida con soltura. Aunque claro, ¿Quién sabe que es lo que las noches “interminables, noches sin sentido y sin felicidad” pueden dañar el aguate? Como siempre arrollador y muy parecido a bajar sin frenos por una pendiente de millones de metros, que disfrutas el descenso y quieres saber si dolerá mucho el termino Besos suicidas en tus mejillas
DDmx: No es buena idea, el mar lo sabe. Michel: Muchas gracias, un placer verte. Blanco: Soy un vago redomado por eso, sintetizo. Un saludo, maestro Irene: Parece que de todo se cansa uno, hasta de los estandartes del vivir. Recojo esos besos,wapa.
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Elque avisa no es traidor. A veces quiero tener vodka y arena.
ResponderEliminargran entrada ..me encanto ..como siempre ..tus palabras transportan ..Michel
ResponderEliminarwww.micheldeb.tk
www.lamalapoesia.tk
Toda una biografía cabe en este último segmento de una vida. Cabe porque tú lo cuentas muy bien.
ResponderEliminarSi fuma, bebe, folla, vive y se siente dentro de cuerpo la mayor parte del tiempo, el suicidio quizás debería ser aplazado, porque parece vivir la vida con soltura. Aunque claro, ¿Quién sabe que es lo que las noches “interminables, noches sin sentido y sin felicidad” pueden dañar el aguate?
ResponderEliminarComo siempre arrollador y muy parecido a bajar sin frenos por una pendiente de millones de metros, que disfrutas el descenso y quieres saber si dolerá mucho el termino
Besos suicidas en tus mejillas
DDmx: No es buena idea, el mar lo sabe.
ResponderEliminarMichel: Muchas gracias, un placer verte.
Blanco: Soy un vago redomado por eso, sintetizo. Un saludo, maestro
Irene: Parece que de todo se cansa uno, hasta de los estandartes del vivir. Recojo esos besos,wapa.
El mar se lo tragará y lo escupirá, como siempre hace, por lo tanto no debían ser tan amigos.
ResponderEliminarMuy bueno, de verdad. Salu2
Esgarra, el mar se las sabe todas!!! y tu también! mira que me gustan tus "cosillas"!!! aissss... besos! ML
ResponderEliminarSalto mortal en mis adentros; conozco a ese tipo.
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