martes, 30 de agosto de 2011
Olvidada
Eres la mujer olvidada
la de tragos cortos
la de carnes cortas
Eres la mujer acabada
finalizada
y acribillada
Eres mansión sin fachada
eres la mujer abollada
castrada
y apaleada
Vistes como un cisne sin plumas
agotas a cigarros tus días
a caladas respiras
y expiras
Veo en tus ojos el miedo
veo en tu rimmel que lloras
y tu carmín reza
auxilio
Eres la mujer masticada
escupida
y atropellada
Eres la tristeza en ropa interior
bebes de noche
cuando todos duermen
de una botella
eternamente vacía
Y miras atrás
pareces feliz
en las fotos
y abofeteas
tu maquillaje
rajado
en el espejo
Y miras atrás
y una lágrima
sala arrugas
y disecciona
una teta marchita
Y sola en tu cama
estiras tu pelo
color nicotina
y arañas tu estampa
de puta que llora
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Qué Fonollosa te me pones a veces...buen poema.
ResponderEliminarKisses.
Tengo días de to.
ResponderEliminarBesos
Hoy después de postear, he ido a mirar tu blog, pero así, con esta luz (estaba en la terraza), la pantalla no se veía muy bien, el pitillo y el capuccino me sabían tan bien, que perezosamente, he desistido... así que me he quedado fumando y contemplando las fachadas y los tejados de esta ciudad insólita, o demasiado poco insólita, que es Berlin.
ResponderEliminarAl entrar en casa he visto tu comentario y me he sentido como si me echaran un cabo en un camino, como cuando buscaba el parque de atracciones abandonado y justo antes de desistir me di de bruces con la verja, entre la maleza, con sus bellos agujeros abiertos en la alhambrada (la ache la he puesto sin querer y la dejo a drede).
Las hay, es un personaje novelesco pero las hay, y quizá en su novelesca atmósfera está su mayor patetismo de querer ser rescatadas hacia una realidad. Una. Al menos una.
Las hay...
...y de tener capa y superpoderes, las salvaríamos a todas.
Pero cómo salvas al fuego del incendio, al náufrago de la isla en la que se ha acostumbrado a vivir.
Habría que buscar en sus cenizas, que buscar el gotelé a través del bambú. Habría que cavar, que hurgar largamente a través del precioso y patético vestido del personaje para dar otra vez con la persona.
Esas son las que nunca se van. Duran para todos los poemas.
ResponderEliminarMuy bueno.
Qué verano Esgarra, no paras. Muy bueno este, y esta. Besos.
ResponderEliminarGolfo: Un placer tenerte por aquí. Las hay y no son nada novelescas, son tan reales como todo lo real, como las fachadas de ese Berlín que tú tienes.Al menos esta no es un cuento, aunque todo sea cuento.
ResponderEliminarBlanco: Como dijo (+-) un que escribía: "Hay muchas personas pero solo media docena de caretas". Como tú bien dices hay muchos poemas, pero sólo una mujer.
Beatriz: Eso es consecuencia directa de no tener vacaciones.Besos
Pobre mujer... o quizás no... hay gente que es feliz con cosas tan extrañas O.o
ResponderEliminarComo siempre genial Esgarra, de vez en cuando necesito consumir tus delirios de hombre sin vacaciones (yo tampoco tuve ¬¬)
Besos
Hola, ubiqué tu blog a través de Pelicuario. Y déjame decir que ha sido un buen hallazgo; hacía tiempo que no leía versos tan interesantes.
ResponderEliminarMe encantaría que te sumes como seguidor a mi blog, y por supuesto, yo haré lo mismo.
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www.artbyarion.blogspot.com
Irene: Las personas sin vacaciones somos muy susceptibles de delirar y de gritar. Tú lo sabes. Un beso
ResponderEliminarArion: Pues que viva Peliculario, ya te sigo.
Saludos