Amor atómico
de mecha corta
de viejas super potencias
De megatones
en el dormitorio
en el salón
en la cocina
¡oh, sí! la cocina
Del que echa lejía en la herida
para desinfectar
Del que te abraza
hasta partirte los huesos
De ése de caricias
con el rallador de cebolla
Este amor del exceso
acabará con nosotros
Pero nuestros polvos
serán eternos
Polvos de los buenos
Fusión/ fisión
dormitorio
salón
ducha
¡oh, sí! la ducha
Amor de claroscuros,
sin gris
Amor que te saca los ojos
para no vernos sufrir
Amor sin concesiones
de bordes afilados
con relejes
Amor que machaca
que te muele a palos
que no se olvida
que huele a tumor
y sexo duro
que te marca
con besos al rojo
y que no dura
Eso del amor tectónico me recuerda algo así como una viga en voladizo y en tensión.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
No sé lo que es eso, pero a mí también.
EliminarSaludos fiera.
A mi me recuerda a la canción de Sabina...el amor cuando no muere mata....porque amores que matan nunca mueren....
ResponderEliminarBesos mil.
Si algo de eso hay, pero los amores que matan es mejor que mueran.
EliminarGracias por pasarte. Besos
Hola, buena entrada.
ResponderEliminarTe invito a que visites nuestro blog http://elclubdelaslectoras.blogspot.com.es/ estamos de sorteo! un saludo
Gracias, en un momento llego.
ResponderEliminarSaludos
Y además están los que follan para conocer gente (chiste viejísimo -perdón- que pondera sobre el onanismo el hecho de follar)
EliminarMorir así es una forma de acabar. Intensa, intensa. El amor o la vida, la muerte o la vida. Un chute de pasión.
ResponderEliminarMe he cruzado contigo alguna vez y me sorprende tan distinta forma para tan mismo fondo. Me gustas mucho. Empiezo hoy. Te sigo.