Ella preguntaba, yo le repondía. Yo le enseñaba una chica que escribía, a mi me gustaba y luego a ella también. Sacábamos el perro, caminábamos bajo la lluvia. Yo tocaba la guitarra y cantaba, ella me corregía. Ella tocaba y cantaba y yo le tenía celos porque lo hacía mejor que yo. Yo preguntaba y ella respondía. Un niño estaba en el hospital y nosotros nos preocupábamos. Veíamos películas y comentábamos después. No nos dimos cuenta de que estábamos siendo geniales. Un poco como los demás, sin ningún tipo de emoción.
Sin emociones, pero a la vez con muchas, según parece. Aunque, a veces, buscando emociones fuertes, perdemos la capacidad de emocionarnos con un "simple" beso.
ResponderEliminarUn abrazo.
... la inercia..., que no deja de tener su punto snob.
ResponderEliminarBesos y abrazos para el final de agosto.