El teatro está lleno, vestidos de fiesta, esmóquines, joyas carísimas y esos mini prismáticos en los anfiteatros. Se abre el telón. Un hombre desnudo cruza el escenario. Aplausos. Barriga de mediana edad, pelo en el cuerpo de mediana, zapatos y calcetines blancos. Reverencia al público; más aplausos. Silencio. Primer acto. Tocamientos hasta la erección. Segundo acto. Comienza a masturbarse. Expectación. Tercer acto. Paso al frente y vaciado sobre la primera fila. Júbilo en la primera fila. Abanico manchado de semen=Valor aproximado dentro de unos años 300000 Euros. Aplausos. Varios ¡Bravo! Dolor en el pecho del artista. Reverencia. Muerte del artista. “Su corazón se ha abierto como una flor”. Ovación. Abanico manchado de semen= valor aproximado dentro de unos años 1´5 millones de euros. Se cierra el telón. Apoteosis.
... el arte como polución ovacionada...es arte, y no puede ser impoluto...
ResponderEliminarEspectacular, empezando por la brevedad y siguiendo por la concreción ideal. ¡Esgarra! cuando seas atómico ¿rodarán cabezas?. Plas, plas, plas, plas...
Ya soy atómico y nadie se da por aludido, joder.
EliminarUn saludo y gracias.
;-)
Eliminargracias a ti, muacks...
Odio el teatro experisemental.
ResponderEliminarSe te sigue leyendo. Con gusto.
Abrazo.
Un honor seguir siendo leido. A ver si vuelves,coño.
EliminarUn saludo.
Yo quiero morir así!
ResponderEliminarUn abrazo.