Yo nací antes que mi hija y con su nacer crecí. Crecí en corazón y en sabiduría, porque ella me enseña todos los días cómo tengo que reír, todas las mañanas me toma la lección, ella es sabia, yo se lo recordaré. Ella es sabia sin saber nada, ella sólo sabe lo único que hay saber.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Mi hija
Yo nací un poco antes que mi hija, más o menos, cuando conocí a su madre. Nací a muerte, sin hacer prisioneros, con toda mi determinación. Salí de dentro de mí, volviendo a ser el que fui hace mucho tiempo, antes de morir y ser enterrado en un montón de botellas vacías. Me nació el amor y me ayudó a morder las cuerdas que me ataban a la pensión soledad. Me nació el amor y de este amor nació mi hija, la que ríe sin saber porqué, la mejor manera de reír, la que yo había olvidado. Ese olvido me pasó a cuchillo, pero hay que saber revivir.
Yo nací antes que mi hija y con su nacer crecí. Crecí en corazón y en sabiduría, porque ella me enseña todos los días cómo tengo que reír, todas las mañanas me toma la lección, ella es sabia, yo se lo recordaré. Ella es sabia sin saber nada, ella sólo sabe lo único que hay saber.
Yo nací antes que mi hija y con su nacer crecí. Crecí en corazón y en sabiduría, porque ella me enseña todos los días cómo tengo que reír, todas las mañanas me toma la lección, ella es sabia, yo se lo recordaré. Ella es sabia sin saber nada, ella sólo sabe lo único que hay saber.
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