--------------------------------------------------------------------------------

Una buena poesía. En centímetros

martes, 1 de octubre de 2013

Gallinas

Alguien se te acerca en un bar y te dice: “Hey, he apadrinado una gallina”. Y yo pienso, no me cuentes estas cosas porque al final alguien acabará follándose a una gallina, tal vez ese alguien sea yo.  Por lo visto la cosa consiste en que apadrinas a la gallina, es decir, pagas un dinero y te dan los huevos que ponga. Acabas comiéndote los huevos. Los huevos de una polla, que es lo mismo que una gallina. Esto se complica. Es mejor que no me vengan con ese tipo de cosas porque al final puedo resultar peligroso. Más tarde me dicen que escriba una anécdota. Hicimos un viaje y lo pasamos bien, ocurrieron cosas, fue divertido. Pero yo no me veo con fuerzas de atacar esa historia. “Tío no me veo con fuerzas de atacar tu historia”. “No importa, yo te lo recuerdo”. No parece entender. A la mañana siguiente me despertaré con unos papeles garabateados con una letra que no es la mía. Lo único gracioso que recuerdo de aquel viaje  fue cuando me desperté empalmado al segundo día y tuve un monólogo con mi polla. Eso fue divertido. El tipo dice que no lo recuerda. Fue divertido, si escribo tu historia, terminaré hablando de mi polla y eso es algo que no quiero hacer, no me siento preparado. O tal vez me folle a una gallina, quién sabe.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...