No me lo hagas decir, déjame
esconder mi cabeza en el agujero bajo la almohada. No intentes saber la verdad,
no te conviene, no la soportarás. Tu llanto y tu voz cambian a modo amable pero
no debo caer en la cálida trampa que tu pijama de osos me prepara. La
sinceridad es para los que aún se soportan. No lo diré, ni con un rifle
encañonando mi sien abriré la boca. Cobardía o diplomacia, sólo quiero
descansar. No necesitas saber más, sigamos viviendo como hasta ahora, cada uno
en sus deslices. Fingiremos ser la pareja ideal, como siempre, para siempre.